Archive for February, 2024

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Así le digo yo al mundo:

la muerte guiará a la  patria hasta la victoria.

Habrá alegres veladas de hombres y mujeres abrazando  despojos humanos

 elevando monumentos a las piras de cadáveres.

Oraciones , discursos y versos  valdrán más que las  vidas humanas.

Extrañas palabras vertidas por  un verdadero Dios engendrado con inteligencia artificial,

serán transmitidas por los ángeles  a los oídos de periodistas y políticos  explicando sus algoritmos.

Generales  capitanes  sin brazos, ni ojos, ordenarán   a que sigan ciegamente  con fe su ejemplo y el de los que han muerto.

Conforme las ciudades, los bosques,  la gente desaparezca entre las llamas,

 más se amará todo aquello que solo son cenizas

No habrá ni un solo hombre ni mujer  que no esté dispuesta a seguir perdiendo más, 

con tal de que su nombre aparezca escrito en una lápida negra,  o le vean caminar con una sola pierna.

Por eso serán lapidados  incluso los perros que huyan ante un bombardeo.

Se producirá a las doce y cuarto  el  somnoliento desembarco en una playa perdida, donde los pulpos tirarán de los brazos hacia la fosa común de miles de seres , mientras tiene lugar un  sueño rosa de un niño que lee la historia de su país, y aborrece el cuerpo desnudo de una mujer.

Entonces en esa hora milagrosa,  llegará un cometa que arrastrará en su cola todas las almas hacia la puerta de los cielos que habrá abierto San Pedro para ellos.

En la celda de las doradas medallas que  caben en un puño, quedará el brillo de las vidas de los héroes fundidas en metal lleno de polvo en algún cajón, forjando nuevos sueños rosas

Los ángeles cegados de alegría retornarán  enloquecidos a sus bases del cielo  a celebrarlo con champán junto los muertos.

Ángel Blasco.

el sueño rosa del ángel Zelenski © 24/02/2024 by Ángel Blasco G is licensed under CC BY-NC-ND 4.0

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¿ deseas no ser culpable en el amor?

liberar tu corazón de remordimientos.

Lo que creen, no eres

Oh rumbo de ida y vuelta.

Oh rumbo de ida y vuelta.

bellísimo ser que dudas de poder ser querido

recoge mis brazos entre tus brazos.

recoge tus alas entre mis manos.

mete tu corazón entre mis huesos

bellísimo ser que dudas de poder ser querido.

permanecer enamorado es tan sencillo.

Un día, otro, y otro, hasta el final de la vida,

 como una alegre obligación…

es un deber amar.

Ángel Blasco.

¿deseas no ser culpable en el amor? © 14/02/2024 by Ángel Blasco G. is licensed under CC BY-NC-ND 4.0

En la bella población de Artana, donde el imponente arrebolado de la masa forestal da un agradable color al paisaje de cielos azulados, casi blancos, que al este se funden con el mar, y al oeste con el ocaso entre las calizas montañosas. Un mar de ramas luchan entre sí en una hermosa batalla por ganar el sol. Se alzan en la foresta las colosales estructuras leñosas de forma caótica, escalando unas sobre otras. Los más grandes árboles ganarán la batalla. Sus hojas sentirán cómo la luz penetrar en ellas . La victoria en esta guerra es atrapar la luz. En algunos rincones con grandes árboles no llegará jamás al suelo.

En una senda que me lleva a un grupo de casas en las montañas de Artana, conduzco una furgoneta con un equipo de trepa en altura, sigo a un coche bajo las ramas que me rodean por todas partes mientras se levantan del suelo los hojas arrastradas por el movimiento de los vehículos para volver a caer.

Nuestro destino, mi trabajo, en una casa utilizada para el descanso familiar, reuniones, vacaciones…; hay algo que preocupa a sus propietarios desde hace tiempo y no les deja estar tranquilos. Un enorme alcornoque ha crecido en el ribazo de arriba, ocupa parte del muro de hormigón que ancla los postes de la valla de metal. Una de sus grandes ramas está dentro de la propiedad , se yergue sobre el techo de la vivienda amenazando con su colosal tamaño en hacer añicos. Cuando examino el árbol para trepar , visualizo las marcas de los intentos anteriores de quitar las ramas peligrosas . Aún está marcada la altura de hasta donde llegaron la persona que intentaron podar el árbol. Los restos de este intento son varias cinchas de camión podridas por el agua, el sol y el viento, atadas aún al tronco a casi seis metros de altura.

Ese es el punto más alto al que llegaron mis antecesores. Yo debo trepar más del doble de altura de donde lo dejaron , hasta lo máximo que pueda sin que se quiebre la rama con mi peso, y apear con delicadeza las ramas que están en vertical sobre un frágil techo de placa. Con poco peso que caiga se romperá. Instalarlo el freno de apeo de troncos , una persona se ocupara de esta labor, frenar la caída de las ramas. Otra debe desplazar la rama hasta el patio, y desenganchar la rama para que vuelva la cuerda de apeo a mis manos.Lo primero que calculo es la altura del corte de la rama con el techo. El objetivo de mi trabajo es salvar esta infraestructura y dañar lo menos posible el árbol. El árbol debe seguir allí muchos años más, pero no debe ser un peligro para las personas. Miro arriba y abajo, marco con la motosierra. Ato la rama con un as de guía corredizo, todo el mundo ocupa sus posiciones. Desde arriba se adivina el nerviosismo por ver lo que va a pasar dentro de un momento. Respiro a unos 12 metros de altura en el filo de una rama que tiembla con una motosierra arrancada en las manos. El tiempo parece detenido, cristalizado. Miro arriba y veo pasar los aviones dejando tras de si las estelas blancas, las montañas, el vuelo de los pájaros. Miro ahora abajo están todos observando . Debo parecer un náufrago aferrado a su madero. Soy pequeño punto entre las ramas alejado del resto de personas. De igual modo que el náufrago en el madero. Un madero lleno de cuerdas en una rama que va a ir desapareciendo.

La motosierra se mueve, mientras yo y la rama que va a caer estamos detenidos, atados juntos , la cadena de la motosierra avanza. La sacó antes del corte llegue al final. Se vuelve hacer un momento de silencio absoluto. La rama está cortada y quieta, poco a poco se mueve extrañada de lo que pasa, en su ceguera se tambalea y empieza a caer al vacío hasta quedar detenida por la cuerda unida por una polea al freno. El golpe violento del frenado y el peso de la rama hace mover el árbol que se agita conmigo . La rama de unos cuatro metros de altura, ya cortada se balancea invertida sobre el techo. La rama principal en la que estoy deja de moverse tras el violento impacto del corte.Vuelve a estar quieta y yo seguro. Hay un espacio de unos dos metros entre la rama y el techo.Todo ha ido bien, ahora el equipo de tierra va frenando y estirando la cuerda hasta sacar la rama al patio. Puedo descender unos tres metros de metros. Así una y otra vez, iremos descendiendo las ramas y yo.

Al terminar, nos felicitamos. Nos damos todos un abrazo cuando estoy en el suelo, y nos metemos en la casa a celebrarlo. Todo ha ido bien.Me despido, salgo con la furgoneta por el camino,paso bajo las ramas un trecho hasta salir a la carretera.

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Ángel Blasco.